Willie Dixon: El hombre de la puerta trasera
Yo soy el blues. Willie Dixon
Willie Dixon fue sin ninguna duda una de las figuras más relevantes del blues. La frase en la que afirmaba que él era el blues puede parecer presuntuosa, pero si había alguien con la irrefutable relevancia como compositor, músico, productor y descubridor de nuevos talentos para afirmar tal cosa sin parecer engreído ese era Willie Dixon. Dixon fue una pieza clave junto a Muddy Waters y Howlin’ Wolf en la creación y expansión del llamado Chicago Blues. Es más, el éxito de estos dos últimos, al igual que el de otros grandes bluesmen como Little Walter, es en buena parte deudor de muchas de las canciones que Willie Dixon compuso y produjo para ellos.
Willie Dixon nació el 1 de julio de 1915 en Vicksburg, Mississippi. Su madre regentaba un restaurante al lado de un barrelhouse donde solían tocar blues. Así con ocho años Dixon escuchó, entre otros, a Charlie Patton y a la banda del pianista Little Brother Montgomery, a quien admiraba mucho.
Durante su adolescencia escapó muchas veces de casa; la primera vez tenía sólo once años. Debido a esta vida errante tuvo problemas con la policía y fue encarcelado varias veces. Precisamente, como cuenta Dixon en su autobiografía I Am the Blues, fue su estancia en la cárcel la que le hizo comprender lo que representaba el blues: “(…) Realmente empecé a descubrir lo que el blues significaba para la gente negra, cómo les daba consuelo poder rumiar y cantar sobre estas cosas para ellos mismos, u otra gente, para explicar lo que tenían en la cabeza y las cosas de la vida que les molestaba”. De su estancia en prisión se llevó también recuerdos muy desagradables. Así su periodo en la Harvey Allen County Farm, donde las palizas a los presos eran habituales, en algunos casos incluso hasta la matarlos, le dejó sordo de un oído durante cuatro años a causa de los malos tratos de los guardias
En 1936 se mudó a Chicago y, dada su gran envergadura, se metió en el mundo del boxeo. Así en 1937 ganó el Illinois State Golden Gloves de los pesos pesados en la categoría amateur e incluso fue sparring del campeón de los pesos pesados Joe Lewis. Pero, afortunadamente para el mundo de la música, su experiencia con el boxeo profesional, debido a que fue estafado a la hora de cobrar una cantidad de dinero, no fue más allá de cuatro combates. Entonces, Dixon, quien ya había cantado góspel en su pueblo natal con el grupo The Jubilee Singers, empezó a cantar en varios grupos de Chicago. Pronto conoció al pianista y guitarrista de blues Leonard Caston, el cual le construyó su primer bajo. De ese modo, Dixon formó junto a Caston y otros músicos The Five Breezes; un grupo que tocaba jazz y blues y con quienes Dixon grabaría su primer álbum. Pero su carrera musical se vería truncada por un tiempo al negarse a acudir a la llamada del Tío Sam para luchar en la Segunda Guerra Mundial; sería castigado por ello a diez meses de cárcel.
Después de la Segunda Guerra Mundial Dixon formaría junto a Caston The Big Trio, luego llamado The Big Three. The Big Three tuvieron bastante éxito. Grabarían para Columbia y tocaban para audiencias de varios miles de personas. En 1951 el grupo se separa y Dixon, quien ya colaboraba con Chess Records, pasó a ser un empleado a tiempo completo, para, de ese modo, empezar a cambiar la historia del blues. Su relación con Chess Records, llena de idas y venidas, duraría unos quince años.
En Chess Dixon hacía de todo: componía para los artistas del sello, tocaba el contrabajo como músico de sesión y se encargaba de la producción de muchos de los discos. Su primer hit como compositor se lo dio en 1954 “Hoochie Coochie Man”, canción que compuso para Muddy Waters. A partir de ese momento se convirtió en el compositor estrella de Chess y bluesmen como el mencionado Waters, Howlin’ Wolf o Little Walter se beneficiaron de canciones suyas que se convirtieron en clásicos atemporales del blues entre las cuales se hallan "Back Door Man", "Evil", "I Ain't Superstitious", "My Babe”, “I Just Want to Make Love to You", "Spoonful" o “Little Red Rooster”, por citar sólo algunas de las más conocidas. Todas estas canciones fueron capitales para la formulación del Chicago Blues y tuvieron una enorme ascendencia para la generación de músicos británicos de la década de 1960. De su etapa con Chess también se ha de destacar la participación del bajo de Dixon en las primeras grabaciones de Chuck Berry.
En la década de 1950 Dixon trabajaría para otros sellos como Cobra Records, donde produjo y/o compuso para músicos como Otis Rush, Buddy Guy y Magic Sam, creando un sonido conocido como "West Side Sound”. En 1957 crearía su propia compañía discográfica a la que llamaría Ghana Records.
Durante la década siguiente, Dixon formaría parte durante varios años de los American Folk Blues Festival, un festival itinerante de blues que giró por varios países europeos con las mayores estrellas del género. En 1969 formó un grupo llamado Chicago Blues All-Stars del cual formaban parte un auténtico dream team del Chicago Blues: Johnny Shines como cantante y guitarrista, Sunnyland Slim al piano, Walter “Shakey” Horton a la harmónica, Clifton James a la batería y finalmente Dixon al bajo y voces.
Durante la década de 1970 a causa de la diabetes se le tuvo que amputar una pierna. A pesar de ello siguió trabajando y varias grabaciones suyas fueron nominadas para los Grammy, premio que finalmente obtuvo por su disco de 1988 Hidden Charms.
En 1992 a la edad de 76 años Willie Dixon falleció de un ataque al corazón. Sus aportaciones al blues, como músico, productor y, especialmente, como compositor le sitúan en un lugar preeminente de la música popular del siglo XX.