Son House: El profeta del apocalipsis

 

“Yo pensaba que Son House era el mejor guitarrista del mundo” Muddy Waters

El triunvirato formado por Son House, Charlie Patton y Howlin’ Wolf es, posiblemente, el trío de voces más potente de la historia del Delta Blues. La voz de House era una voz poderosa que recordaba los cantos de los presos en los campos de trabajo. Su técnica como guitarrista era simple, pero original e imaginativa. Aporreaba la guitarra obteniendo ritmos repetitivos casi con la misma pasión con la que cantaba; en palabras del escritor musical Ted Gioia: “pocas veces se puede decir tanto con tan poco”. Cuando tocaba, daba igual que fuera por veinte o por dos mil personas, parecía entrar en una especie de trance mediante el cual poseía a la audiencia. Las letras de sus canciones eran, en ocasiones, perturbadoras e incluso, como señala Gioia, apocalípticas. Así, en “Dry Spell Blues, part 2” canta:

“Ha sido tan seco que puedes convertir el mundo en un polvorín.                                       

Bueno, ha sido tan seco que puedes convertir el mundo en un polvorín.                                            

Luego todos los ricos como serpientes de cascabel enroscadas…

Ha sido una temporada seca en todos los lugares donde he estado.                                                                      

Ha sido una temporada seca en todos los lugares donde he estado.                                                                    

Yo creo en mi alma, este viejo mundo está a punto de terminar.”

Eddie James “Son” House nació cerca de Lyon, Mississippi, el 21 de marzo de 1902. La vida religiosa le atrajo desde muy niño. A los 15 años empezó a predicar sermones y a los 20 ya tenía su pequeña parroquia. Como relataría en muchas ocasiones el propio Son House, durante esos años veía el blues como la música del diablo, pero un día el destino, o quizás el propio ángel caído, puso el blues en su camino.

Era un sábado de 1927 y una multitud se concentraba en una esquina en Mattson, una pequeña población cerca de Clarksdale (Mississippi). Allí, un guitarrista llamado Willie Wilson estaba tocando blues usando la técnica del bottleneck*. Son House quedó prendado de esa música y decidió aprenderla. Unas semanas después House se uniría a tocar con Wilson.

En 1927 o 1928, Son House mató a un hombre en una fiesta. Los sucesos no están muy claros, pero parece ser que mientras House estaba tocando un hombre empezó a disparar e hirió a Son House en una pierna, éste disparó al agresor y lo mató. Fue condenado a pasar 15 años en la Mississippi State Penitentiary, más conocida como Parchman Farm. Parchman Farm era un vivero de bluesmen, y, aparte de Son House, también estuvieron en épocas distintas Bukka White y R.L. Burnside. Un juez revisó el caso y, después de dos años de condena, House fue liberado bajo la condición de no volver a pisar jamás el área de Clarcksdale.

Después de salir de la cárcel, House fue hasta una pequeña localidad llamada Lula donde haría amistad con Charlie Patton y Willie Brown. Cuando Patton fue requerido por Paramount en 1930 para grabar de nuevo, se llevó junto a él a Son House, a Willie Brown y a la pianista, y amante de Patton en ese momento, Louise Johnson. En esas grabaciones, House grabó tres de sus más celebradas canciones: “My Black Mama”, “Preachin the Blues” y “Dry Spell Blues”, cada una de ellas grabada en dos partes.  Las canciones no tuvieron éxito comercial, porque, entre otras causas, llegó la Gran Depresión de los años 30 y eso afectó en todos los sectores incluido el discográfico.

En los años siguientes estuvo tocando con Willie Brown y Charlie Patton a los que les seguiría un joven Robert Johnson. En 1941 y 1942, Alan Lomax grabaría a Son House para la Biblioteca del Congreso en la granja donde éste trabajaba conduciendo un tractor. Posteriormente, Lomax escribiría a House ofreciéndole ir a grabar a Nueva York, pero Son House nunca contestó a las cartas de Lomax.

Durante las siguientes dos décadas no se supo nada de Son House. En 1964, fue “redescubierto” en Nueva York. Las perspectivas para su regreso a los escenarios no eran nada halagüeñas: una de sus manos sufría de temblores, hacía casi veinte años que había dejado de tocar y había olvidado como tocar sus canciones; a todo ello se le sumaba su afición al whisky. Alan Wilson, el joven guitarrista del grupo Canned Heat, mostraría a Son House como se tocaban sus canciones y pocas semanas después tocaría en el Festival de Newport. Al año siguiente grabaría el disco “Father of the Delta Blues” en el que toca algunos de sus clásicos como “Death Letter” y “Preaching the Blues”.

En los años siguientes a su “redescubrimiento” la carrera de House despegó. Eran los años del Blues Revival y House giró por Estados Unidos. También llegó a tocar en Europa junto a Skip James y Bukka White como parte del tour europeo del American Folk Festival en 1967. En 1974, a causa de su débil estado de salud, House se retiró de la música definitivamente. El 19 de octubre de 1988 un cáncer de laringe se llevó al predicador que decía tocar la música del diablo para poder construirse una iglesia.

 

 

REFERENCIAS