Blues Revival: La dignificación y expansíon del blues


Como es sabido, la década de 1960, en la mayor parte del mundo occidental, fue sinónimo de grandes cambios sociales y culturales, y Estados Unidos fue uno de los epicentros más importantes donde se desarrollaron estos nuevos movimientos. Es dentro de este contexto general, en el cual la lucha por los derechos civiles de los africano-americanos despertaría la conciencia de la juventud blanca norteamericana sobre la cultura de una población que había sido silenciada por el color de su raza durante más de un siglo, donde hay que situar al Blues Revival.

Durante muchos años, los bluesmen que grabaron durante las décadas de 1920 y 1930 sólo eran conocidos por un puñado de coleccionistas fanáticos del género. Nombres como los de Son House, Skip James o Bukka White eran vistos como fantasmas del pasado de los que, aparte de sus grabaciones, no se sabía nada. Pero, a inicios de la década de 1960, un segmento importante de jóvenes norteamericanos cansado de la música prefabricada de los top 40 comienza a interesarse por un tipo de música más “auténtico”. Uno de los focos que desencadenaron ese despertar colectivo fue la publicación en 1959 del libro de Samuel Charters The Country Blues. La pasión con la que Charters escribió su libro sobre la historia del blues enganchó a un importante número de lectores introduciéndoles en el mundo del viejo blues, a pesar de las limitaciones con las que contaba en cuanto a información disponible. Después de Country Blues, otros estudiosos publicarían libros, como Blues Fell This Morning o Conversations with the Blues, ambos escritos por el británico Paul Olivier.

Paralelamente, algunos colectores de blues durante sus búsquedas de material antiguo se encontraron que algunos de los músicos que habían grabado ese material aún seguían vivos. Fue cuestión de tiempo que los aficionados más lanzados, cruzaran, literalmente, Estados Unidos en busca de esas viejas glorias y algunos consiguieron encontrarlas.

El primer bluesmen en ser “redescubierto” fue Mississippi John Hurt en 1963. Su estilo, más pausado y menos crudo que el Delta Blues, tuvo un éxito inmediato. A este descubrimiento le seguirían en cuestión de meses los de Bukka White, Skip James y Son House, entre los más destacados. Esos músicos, que en algunos casos, como en los de los dos últimos, llevaban décadas sin tocar, se vieron repentinamente puestos frente audiencias de millares de personas. En este sentido cabe destacar la importancia que tuvo el Newport Folk Festival para el lanzamiento de estas figuras. Los asistentes a algunos de esos conciertos tuvieron la suerte de presenciar momentos memorables, como el regreso de Skip James, cuyo primer concierto, después de estar más de veinte años sin tocar, fue precisamente en Newport en el festival de 1964. Los asistentes describieron su actuación como mágica e imperecedera. Los poco más de 10 minutos que duró su aparición eclipsaron a estrellas del calibre de Bob Dylan, Joan Baez o Muddy Waters y es recordada como uno de los momentos estelares de toda la historia del festival.

El auge del Blues Revival no se limitó únicamente a desenterrar viejos bluesmen, sino que esa búsqueda de “autenticidad” llevó al descubrimiento de otros músicos igual de talentosos que los anteriores, pero que no tuvieron la oportunidad de grabar en su juventud, como fue el caso de Mississippi Fred McDowell. Otro fenómeno interesante fue ver cómo, ante el interés que suscitaba el viejo blues en formato acústico, pioneros del blues eléctrico, como el mismísimo Muddy Watters, retornaban a sus raíces.

El incremento de atención que estaba recibiendo el blues se internacionalizó. Así, en 1962, se creó el American Folk Blues Festival, un festival itinerante que visitó diferentes ciudades europeas y que funcionó sobre todo entre 1962 y 1970, aunque luego hubo algunas ediciones posteriores que se celebraron esporádicamente. Se puede decir que la flor y nata del blues del momento participó en alguna de las ediciones del festival. Así se puede citar, entre otros, a Muddy Watters, Howlin’ Wolf, John Lee Hooker, Bukka White, Skip James, Big Joe Williams, Little Walter o Mississippi Fred McDowell. El primer concierto que dieron en Londres tuvo una gran influencia en músicos como Eric Clapton, Mick Jagger o Eric Burdon. Poco después estos mismos músicos también contribuirían a la expansión del blues al hacer pública su admiración por los viejos bluesmen y reconocer lo deudora que era su música del blues africano-americano.

De ese modo el Blues Revival significó para algunos bluesmen el reconocimiento que nunca tuvieron en su juventud y para otros recuperar parte de la atención perdida en la segunda mitad de la década de 1950. Pero, sobre todo, para el blues en sí significó su reconocimiento y dignificación como forma de expresión única de una cultura, así como su expansión y admiración a lo largo y ancho del mundo.

 

 

REFERENCIAS